Spider-Man es un personaje que surgió en 1962. Es decir, un vejestorio como yo lo ha visto nacer, crecer, multiplicarse, caer, casarse… También ha visto, si no todas, la mayoría de sus adaptaciones cinematográficas o televisivas (desde las vergonzantes de los 80 hasta las últimas de Sam Raimi).
Y qué queréis que os diga pichones… El director Marc Webb ha dejado un film lícito, elegante, atrevido, coherente y, sobre todo, terriblemente divertido. Y una cosa más: por una vez, y que me perdonen los puristas, hay una persona bajo el traje. Tobey Maguire únicamente estuvo bajo la máscara en contadas tomas. El resto Spidey era una serie de vectores e imágenes creadas por ordenador. No digo que no ocurra en esta película, pero el 80% del tiempo te crees – y de eso se trata el cine amigos, de creer- que Andrew Garfield está debajo del traje del trepamuros.
En mi opinión, y si estás leyendo ésto es que te interesa, la película es a la luz lo que la serie del Batman de Chris Nolan fue a la oscuridad: un soplo de aire fresco. Los contrarios al murciélago que interpreta Christian Bale postulan que los superhéroes son para pasarlo bien… pero no tanto como en, por ejemplo, Linterna Verde, ¿no? Cuando el héroe se convierte en caricatura desaparece la credibilidad y el interés.
En Amazing Spider-Man conoces la historia pero te dejas llevar para ver hacia dónde conduce esta vez. Emma Stone consigue que olvides a la infumable Mary Jane Watson de la aburrida tercera parte de Raimi/Maguire. Y Peter Parker… Señoras y señores, ¿quién de los que han leído los cómics originales no se sintió reflejado alguna vez en la personalidad de Peter? Vean la película y díganme que eso no ocurre. Porque, realmente, los trucos, la ciencia, la acción, el villano (un Rhys Ifans lejano de aquel simpático Spike de «Notting Hill» y mucho más próximo a su personaje de «Anonymous»)… Todo es una estrategia para llegar a conocer en profundidad a Peter Parker. Él es el dueño de la película: sus temores, sus inquietudes, su maduración como persona. Dan igual los cabos sueltos al final del film. Porque lo que deseas es que, en un añito o dos, el chaval (que no el hombre), el ratón de biblioteca que lanza telarañas vuelva y nos enseñe qué pasa con su vida.
En Amazing Spider-Man conoces la historia pero te dejas llevar para ver hacia dónde conduce esta vez. Emma Stone consigue que olvides a la infumable Mary Jane Watson de la aburrida tercera parte de Raimi/Maguire. Y Peter Parker… Señoras y señores, ¿quién de los que han leído los cómics originales no se sintió reflejado alguna vez en la personalidad de Peter? Vean la película y díganme que eso no ocurre. Porque, realmente, los trucos, la ciencia, la acción, el villano (un Rhys Ifans lejano de aquel simpático Spike de «Notting Hill» y mucho más próximo a su personaje de «Anonymous»)… Todo es una estrategia para llegar a conocer en profundidad a Peter Parker. Él es el dueño de la película: sus temores, sus inquietudes, su maduración como persona. Dan igual los cabos sueltos al final del film. Porque lo que deseas es que, en un añito o dos, el chaval (que no el hombre), el ratón de biblioteca que lanza telarañas vuelva y nos enseñe qué pasa con su vida.
Calificación eminente: 8/10
PD: antes de despedirme, tres menciones: la primera para el director Marc Webb, del que conocía la esplendidísima «(500) Días Juntos», antítesis de la comedia romántica siendo una comedia romántica. Siga así, joven.
La segunda es un guiño a los adolescentes que se alimentaron de películas teenager en los 80 como «Admiradora secreta», «Rebeldes», «Amanecer rojo» o «Autopista al infierno». El protagonista de todas ellas (o co-partner y que estuvo en la terna para interpretar a mi querido compañero Marty McFly), C. Thomas Howell, aparece en un muy secundario papel en este Amazing Spider-Man. A ver si lo descubren.
Por último, no se vayan de la sala antes de tiempo, cagaprisas… Las escenas post títulos de crédito siempre tienen su gracia…
La segunda es un guiño a los adolescentes que se alimentaron de películas teenager en los 80 como «Admiradora secreta», «Rebeldes», «Amanecer rojo» o «Autopista al infierno». El protagonista de todas ellas (o co-partner y que estuvo en la terna para interpretar a mi querido compañero Marty McFly), C. Thomas Howell, aparece en un muy secundario papel en este Amazing Spider-Man. A ver si lo descubren.
Por último, no se vayan de la sala antes de tiempo, cagaprisas… Las escenas post títulos de crédito siempre tienen su gracia…